jueves, 14 de abril de 2016

Análisis de las viviendas de la calle Doña María Coronel (Sevilla). CRUZ Y ORTIZ









LOS ARQUITECTOS
La oficina de arquitectura Cruz y Ortiz Arquitectos se fundó en 1974, y ha desarrollado proyectos en multitud de campos de la arquitectura, a muy diferentes escalas: desde viviendas unifamiliares o escuelas, hasta grandes infraestructuras como estadios, estaciones ferroviarias o museos nacionales. Tienen varias sedes, la principal en Sevilla y otras en Madrid, Lugano y Ámsterdam, donde cuentan con un amplio equipo a su cargo.
La obra de Cruz y Ortiz Arquitectos ha sido ampliamente publicada en revistas y monografías y se han celebrado exposiciones sobre su obra en Europa y Estados Unidos. Ha sido distinguida con numerosos premios nacionales entre los que destacan el “Premio Nacional de Arquitectura Deportiva” en el año 1998 por el estadio de La Cartuja de Sevilla y el Premio Nacional de Arquitectura 1992 por la Estación Central de Ferrocarril de Sevilla. La  trayectoria  de  Cruz y Ortiz Arquitectos está construida sobre la búsqueda de la excelencia en el diseño, la programación del trabajo y el control de los presupuestos.
ENCAJE URBANO
Nos encontramos con una edificación sobre una solar muy irregular de unos 480 metros cuadrados en el caso histórico de Sevilla. Se localiza en el barrio de Santa Catalina, con fachada a la calle Doña María Coronel, a 130 metros aproximadamente de la Plaza y de la Parroquia de San Pedro y calle Imagen, o a unos 190 metros de la Iglesia de Santa Catalina y de la Plaza Ponce de León.
Su entorno urbano, de grandes manzanas de parcelas irregulares, queda caracterizado por la proximidad de importantes conventos (Convento de la Hermanas de la Cruz, Real Monasterio de Santa Inés), por el Palacio de Dueñas perteneciente a la Casa de Alba y por las iglesias mencionadas. De esta forma, el aprovechar la geometría del solar se convierte  en el principal reto del proyecto, llegando a una estrategia donde la irregularidad no se percibe.
PROYECTO
Debía construirse un edificio residencial de 12 apartamentos. La estrategia para abordar el programa en complejo solar consistió concentrar toda la superficie libre en un patio cuya forma arriñonada resolvía las difíciles condiciones geométricas del perímetro. Al mismo tiempo, esta decisión formal constituía una figura fuertemente unitaria, capaz de hacer olvidar las múltiples directrices que se ocultan tras ella.
El patio obvia los conflictos que lo rodean, introduciendo al espectador en un mundo aparte. El vacío resuelve así la organización del edificio, delimitando las zonas a ocupar por las viviendas, facilitando la situación de las escaleras. El zaguán conecta la calle con el patio que concentra los accesos a las viviendas y el aparcamiento; la rampa del garaje se alcanza rotando alrededor del escalón curvo situado al pie de uno de los portales.
Observamos una clara presencia de la tipología residencial dominante en el sector, la casa-patio. El edificio se construyó estando vigente el Plan de Reforma Interior del Casco Antiguo de 25 de abril de 1968, que fijaba el número de plantas y la ocupación máxima de la parcela en un 75% de su superficie. Consta de un total de cinco plantas, una de ellas bajo rasante.
De este modo, el denso tejido urbano del casco histórico de Sevilla se esponja en un patio que concentra la superficie libre permitida del solar (25% del suelo); su planta desdibuja los conflictos entre las medianeras y confiere unidad al proyecto.
En planta baja se localizan la portería, la sala de servicios generales de la finca, una accesoria destinada a oficinas y dos viviendas. Hay tres viviendas por planta en plantas primera, segunda y tercera, quedando en la planta ático un local para la comunidad de propietarios. La planta bajo rasante está destinada al aparcamiento de vehículos.
El acceso peatonal y de vehículos coinciden comunicando ambos con el patio, que facilita por su geometría el giro para la bajada al sótano y desde el que se accede a dos viviendas, A y B. Un núcleo de comunicaciones verticales, de escalera y ascensor que discurren de sótano a ático, da paso a las viviendas A y B de cada planta, mientras que una segunda escalera, de baja a tercera, sirve a la vivienda C.
Las viviendas A y B presentan fachada a la calle Doña María Coronel y al patio, mientras que la vivienda C sólo lo hace al espacio libre interior. Dos patios menores, de luces, completan la descripción en planta del edificio.
APLICACIONES
El uso del patio permite concentrar el espacio abierto de forma unitaria haciendo que se desvanezcan las irregularidades del solar. En nuestro proyecto no es posible pegarse a la mayoría de las medianeras, ya que en ellas hay huecos abiertos. Sin embargo, es clave la idea de un patio interior o espacio abierto al que vuelca todo. No se trata de un patio de luces sin ningún sentido estético, sino un espacio atrayente, un espacio proyectado (donde quepa, como mínimo, una falla).
En nuestro proyecto existe un espacio inutilizado, un pasaje cerrado que da acceso al solar de intervención. En el caso de las viviendas sevillanas, el acceso al patio interior se produce también a través de un pasaje o zaguán cubierto. Es una buena referencia para potenciar ese paso en Ruzafa ya que, además, da al Mercado.
La construcción y el uso de materiales tradicionales de la ciudad como el ladrillo contribuyen en buena medida al carácter final del edificio, dotándole de una relativa intemporalidad que le permite instalarse en un entorno histórico variado.